Sin dudas los Romero además de identificarse por el hockey, sobre todo en las Colonias de Richet y Zapata, tienen como característica principal la alegría. Gonzalo Romero, el jugador de Richet, disputó su primer Mundial y cumplió su sueño. Y así como él, lo disfrutó, también lo festejó el resto de la familia. Tanto que su papá Miguel Ángel dejo su trabajo y sin ni siquiera almorzar partió rumbo a Mendoza junto a su otro hijo Mariano, a buscar a su campeón entre los campeones.

Por eso el mayor de los Romero, se emocionó hasta las lágrimas cuando vio a Gonzalo descender del avión en el aeropuerto mendocino. Después, los Romero -padre e hijo-, fueron los que animaron los festejos dentro de la movilidad.

Miguel Ángel, contó la amargura de no poder festejar el campeonato. Es que el mismo sábado, minutos después que finalizara la final ante España, su hijo mayor, Jonas bautizaba a su hijo. ‘Tenía que cumplir en mi rol de abuelo, así que nos quedamos con mucha bronca de no poder festejar en Plaza 25’, detalló. Anoche, todos se abrazaron con el campeón.