El seleccionado de Nueva Zelanda se consagró por décima vez campeón del torneo Tres Naciones de rugby, el más importante del mundo, tras superar de visitante a Sudáfrica, último campeón ecuménico, por 29 a 22.
El partido se jugó ante 90.000 espectadores, que observaron impactados cómo los neocelandeses se llevaban el partido pese a perder 22-17 a tres minutos del final. Pero los tries del capitán McCaw y Dagg le dieron el triunfo a los "hombres de negro", quienes llegaban al partido con la ventaja de que con obtener un punto bonus (perder por siete o menos puntos o marcar cuatro o más tries) eran campeones.

