El piloto francés Sebastien Loeb mostró ayer nuevamente toda su calidad al ganar con Peugeot la tercera etapa del Rally Dakar.
Loeb, que también se había impuesto el lunes, ayer largó en punta, seguido desesperadamente por otros experimentados pilotos que debieron rendirse a la maestría del nueve veces campeón mundial de Rally.
Detrás llegó su compañero de equipo español Carlos Sainz, por lo que la marca francesa repitió el 1-2 (Peterhansel fue el escolta anteayer) y tuvo un mejor comienzo que la estructura de los Mini, los dominadores de las últimas ediciones.
“He ido muy bien de verdad, ha sido una especial genial: derrapes bonitos, trayectorias bonitas. He disfrutado mucho y hemos ido muy fuerte de principio a fin. Segunda victoria consecutiva, no está mal”, evaluó Loeb.
La materia principal que debe rendir el francés en un Dakar es la navegación. “Lo malo es que volveremos a abrir pista mañana (por hoy) y a lo mejor la navegación no es tan sencilla. La verdad es que abrir pista no fue difícil. Son especiales donde la navegación no ha presentado mayores complicaciones”, concluyó.