Si San Martín gana hoy en Córdoba se escapará a seis puntos de su escolta en el campeonato de la Primera B Nacional, cuando recién se llevarían jugadas 10 fechas, la mitad de la primera ronda que tiene 19 partidos. Si empata o pierde, seguirá siendo lo mismo líder con una diferencia de tres unidades sobre su más inmediato perseguidor, el Atlético de Rafaela. Justamente su rival de esta tarde, Instituto, que lo recibirá en su estadio de Alta Córdoba y Almirante Brown, que visitará esta noche al Atlético Tucumán, son los únicos que pueden alcanzar la línea de los santafecinos. ¿Qué significa esto? Que si los dirigidos por Franco mantienen su rendimiento de visitantes y suman, se seguirán escapando.
¿Cómo se explica el hecho de que haya tanta diferencia en tan poco tiempo como ocurre en el torneo de Primera con Estudiantes, que aventaja por cinco puntos a sus inmediatos escoltas? En el fútbol todo es posible. Por eso es tan lindo y apasionante. Ahora bien, hay circunstancias que ayudan a que los rendimientos de algunos conjuntos sean más regulares que otros y ellos se basan en los trabajos de preparación realizados con ideas claras y el tiempo necesario de ejecución. Está todo inventado y aunque no hay verdades absolutas a la larga se imponen aquellos que han sido más ordenados para planificar el año. Este San Martín, que es líder absoluto, tuvo el 95 por ciento de sus jugadores el tiempo suficiente para que el técnico pudiera bajarles su idea futbolística y ensayarla en consecuencia. En eso se apoya este presente que no depende de un resultado. Hoy puede ganar, empatar o perder, pero si es fiel a sus convicciones seguirá arrimando agua a su molino.
