Fue un examen a la candidatura de San Martín para aspirar a uno de los ascensos a Primera allá por mayo del 2010, y está claro que lo aprobó. No sin antes haber tenido que sufrir por momentos y haber contado con dos tapadas extraordinarias de Luciano Pocrnjic, quien ahogó el grito de Instituto. Después de los primeros noventa minutos de las tres ‘finales’ que disputará el San Martín de Hrabina en sólo nueve días (ahora se vienen Defensa y Unión), tiene la alegría de haber vuelto a la cima de las posiciones. Fue un 2-0 ante la Gloria tan festejado como trabajado. Porque al equipo por momentos le faltó creación ante un rival ordenado y que no por nada es la defensa menos vencida del torneo. Pero este Verdinegro tiene jugadores que pueden en una jugada, dar vuelta la historia. Otras veces fue Torresi y anoche le tocó el turno a ‘Chucho’ Becerra, ese que en la previa y todavía con la anemia de goles con esta camiseta tiró un sincero "aunque sea con el c… pero quiero hacer un gol ya". No fue suerte el zurdazo que clavó a los 10′ del complemento para desatar el delirio en el Hilario Sánchez. Para celebrarlo bastante, porque como dice el refrán ‘lo que cuesta vale’.
Justamente con el cordobés por la izquierda, San Martín generó algo de riesgo en un inicio con mucho de estudio por parte de ambos. Sus desbordes terminaron en centros y en uno de ellos Penco, de incansable labor, metió el cabezazo pero salió lejos. Al toque, el nueve entró en acción con un buen pase a Cuevas aunque el zurdazo del goleador del equipo terminó afuera. No mucho más que eso para el local y menos para la visita, que esperó ordenado para dar el golpe que jamás llegó. El ‘movete Verde movete, movete dejá de joder’ a los 39′ del primer tiempo marcaba que el juego era casi nulo.
La parte final largó con una tónica similar. Hasta que a la decena de minutos apareció el clic del partido. Ese que entre equipos tan parejos inclinan la balanza para un lado de forma decisiva. Becerra recibió por derecha y arrancó para su pierna hábil. Zurdazo endemoniado del ex Belgrano que Carranza no pudo ni tocar. 1-0 y la sensación que el trabajo mayor estaba realizado. Pero Instituto, herido, se vino con lo que tenía. Zárate en una y Abila en otra hicieron lucir a Pocrnjic en dos mano a mano que cotizaron más que el oro de Pascua Lama. Hrabina metió un par de cambios para darle aire a sus muchachos y de a poco la presión del visitante lo fue llevando contra el propio arco sanjuanino. Hasta que en una contra, ya a los 46′, Alonso le envió un centro preciso a Penco, quien de zurda estampó el segundo. Delirio. Locura. Una lluvia de pirotecnia en la popular norte. Para que el clásico ‘vamos a volver… vamos a volver…’ se quede flotando en la noche de Concepción.

