La 28va. edición de la Vuelta Ciclista a San Juan tuvo en la parte final de su desarrollo lo más destacado. La lucha por la clasificación general con el cambio de líderes y la expectativa que se extendió hasta el ascenso al Colorado, cerraron exitosamente una carrera que empezó a los tumbos.
El presidente del Pedal Club Olimpia, Juan Ernesto Pacheco, sacó más aristas positivas que negativas y tiene razón. Mirando la parte medio llena del vaso, más allá del lamentable accidente sufrido por los dirigentes Juan Carlos Tello y Juan Guzmán, en el aspecto seguridad hubo más cosas para destacar que para criticar.
Después del incidente de la primera etapa cuando en el ingreso al velódromo colisionaron Ricardo Escuela y Javier Páez con una moto de la Policía, no hubo más problemas de este tipo. Se controló bien la carrera con el aporte de los agentes de la división Tránsito y de Gendarmería.
La primera etapa tan exigente limitó a los equipos chicos a correr sin ninguna esperanza. Sabido era que el tramo a Los Berros sería duro, pero no que sería tan decisivo. Sólo 15, de los 141 ciclistas que largaron el Prólogo, corrieron para ganar la carrera. El resto tuvo que conformarse con terminarla.
En la columna del debe, queda el interrogante sobre si la fecha es la ideal. En enero se ve un tercio más de gente en las rutas. Explica ésto que la mayoría toma sus vacaciones laborales en enero y tienen la posibilidad de llenar sus conservadoras y trasladarse hasta los lugares donde pasa la competencia.
Otro tema que debe tenerse en cuenta es el compromiso que asumen los municipios a la hora de ser punto de partida o terminal de etapa. No debe bastar sólo con que aporten el dinero de los premios de ese parcial. Es necesario que se comprometan a montar una estructura adecuada para preservar la integridad física de los corredores. En 9 de Julio se trabajó muy bien vallando los últimos 200 metros y los 100 mts. posteriores a la línea de meta. En Angaco, donde se realizó la crono, no pasó una desgracia porque -volvemos a la remanida frase- "Dios es ciclista".
El hecho de que se haya realizado después de la Doble Bragado le jugó en contra: incidió para que no vengan equipos bonaerenses. Es cierto que cuando llegan dicen que vienen a "ponerse en forma". Pero también es cierto que nombres como los de Angel Darío Colla, Fernando Antogna, Guillermo Brunetta y muchos otros jerarquizan la carrera, porque son hombres de un gran profesionalismo que pelean etapas y mientras pueden pelean la general.
Otro punto que puede discutirse es si vale la pena que se acepte la inscripción de equipos formados a último momento. ¿Por qué? Porque muchos de los corredores que los integran son los primeros en irse expulsados por ser remolcados mecánicamente. La invitación personalizada aparece como la opción ideal. Claro que para ello hay que invertir en ofrecerles algo, como alojamiento y estadía.
Pasó otra Vuelta y no lo hizo sin pena ni gloria. Tuvo un recambio generacional en los ganadores de etapas y un legítimo líder en Juan Pablo Dotti, que la ganó de manera brillante.

