Cómo habrá sido de eficaz San Martín que el segundo tiempo pareció casi de más ayer en la pequeña cancha del estadio Juan Manuel Moreno de Merlo, la más chica de la categoría con sus 92×57 metros de dimensiones . El único puntero e invicto del torneo liquidó la historia en apenas 45′, en lo que resultó un primer tiempo a pura contundencia ya que llegó tres veces al arco local y siempre terminó celebrando. Con Sebastián Penco en su mejor versión, quien anotó dos tantos (el otro fue de Roberval), y un equipo que apostó por el juego asociado que tanto predica el mentor de la formación, Darío Franco. Así , el equipo sanjuanino se mantiene en la cima de la tabla, incluso con más ventaja sobre el resto, y sigue como único invicto del certamen tras seis fechas. Además, suma una racha de cuatro victorias en fila y su andar ya hace pensar en que será un firme candidato a pelear por un ascenso a Primera. Argumentos, está claro, le sobran.
En la previa, Franco expresó que jugar en la cancha más reducida de la B Nacional no sería un argumento ante un posible resbalón de sus dirigidos. San Martín con su eficacia redujo esa alternativa a la mínima expresión porque en veinte minutos ya ganaba 2-0. Primero gracias a Roberval que peleó una pelota que parecía perdida con el lateral Almada y mandó el centro para Poggi, quien clavó un zurdazo que era gol. En el camino, Vila metió la mano y penal. Penco lo pateó tan bien que, como diría Maradona el arquero no salió ni en la foto. 1-0 y tranquilidad. No pasaron cinco minutos, que el propio nueve del verdinegro comenzó a liquidar la historia: otra vez Poggi intervino, aunque en este caso para darle el pase a SP9 que definió con precisión de zurda. San Martín, lógicamente, bajó el ritmo y perdió dominio del balón. Fue entonces cuando Alderete resultó clave en la formación. Melo se agigantó en el juego aéreo y controló casi todo. En una falla del fondo sanjuanino llegó la única de riesgo del Charro. Ceballos quedó cara a cara con su ex compañero Pocrnjic hace dos temporadas y el capitán le ahogó el grito de forma estupenda. Si Merlo pudo despertar en algo con ese hipotético descuento, se terminó de morir tras la tapa del santafesino y el cabezazo de Roberval a los 38′ que estampó el 3-0.
De la Riva hizo los tres cambios ya comenzado el segundo tiempo, pero la historia estaba sentenciada de antes. La visita entendió que lo mejor era esperar los bochazos frontales del local y en la contra marcar un cuarto que jamás llegó. Roberval casi anota el duplicado en la siesta, aunque Pontiroli le tapó el grito. Incluso Alderete casi redondea una gran tarea, aunque le pegó demasiado alto a su derechazo. De tanto ir Merlo generó algo de inquietud. Primero con un zurdazo de Rodríguez elevado y luego con Casino, quien se demoró con su disparo y llegó a cerrar Melo. Es más, la expulsión de López desactivó cualquier peligro para el equipo de Darío Franco. Un puntero que sigue en lo más alto y lo que parecía un choque complicado en la previa, lo resolvió con gran tranquilidad.

