Con los nervios lógicos por una instancia decisiva como esta, donde un error le podía costar la chance de pelear el título del Oficial, Peñarol supo esperar el momento justo para sacarse de encima a San Martín. Lo goleó, en Chimbas, 3-0 al Verdinegro, teniendo un rendimiento de menor a mayor para así esperar el mano a mano con Nueve de Julio.

Peñarol jugó esta final anticipada como se debía. Con el carácter que hace falta apuntalado en la experiencia de varios de sus referentes, habituales titulares en el equipo del Federal B, que ayer jugaron la última fecha del certamen doméstico.

El Bohemio en el primer cuarto de hora convirtió en figura al arquero visitante, Alexis Pulvirenti, quien se lució con cuatro tapadas magníficas. Pero a los 17, el cuidapalos poco pudo hacer ante el zurdazo de Chávez que abrió el marcador y desató el delirio en los 1.300 hinchas de Peñarol que asistieron al Ramón Pablo Rojas. San Martín inquietaba solo con las arremetidas de Franco Caballero, un verdadero llanero solitario en la ofensiva.

Ya para el complemento, la resistencia del Verdinegro decayó y el local lo liquidó, primero con un frentazo de Ríos. Y siete minutos después, con el penal bien ejecutado por el Tanque. 3-0 y a esperar la gran final para conocer el campeón. Nada más ni nada menos…