El fútbol siempre da revancha. Y bajo esa frase hecha, tantas veces cierta, Liverpool, Klopp y Salah se tomaron desquite de lo ocurrido hace un año (vs. Real Madrid). Esta vez, lograron coronarse en Europa venciendo por 2-0 al Tottenham de Pochettino con goles del egipcio y el nigeriarno Origi. Así, levantaron la sexta orejona en la historia del equipo de la ciudad de Los Beatles.  

 

El marcador se rompió rápido, en apenas dos minutos: Mané envió un centro, Sissoko la frenó con su brazo y, de penal, Salah puso el 1-0. Con pragmatismo en un partido discreto, los de Klopp supieron manejar la ventaja ante un Tottenham que no encontró los caminos para generar peligro. Por momentos, el desarrollo se tornó incluso bastante aburrido.

A medida que fueron transcurriendo los minutos durante el segundo tiempo, con algo más de emoción que la parte inicial, los de Pochettino intentaron acercarse, pero se chocaron contra su falta de resolución en los metros decisivos y contra un buen Alisson, que tapó pelotas claves. Parado de contra, Liverpool encontró el gol letal mediante un zurdazo de Origi, aquel que había amargado a Barcelona en semis. 

 

 

 

Merecido lo de Liverpool después de aquella frustración contra Real Madrid hace un año. En lo más alto de Europa. Aplausos de todas formas para los conducidos por Pochettino al haber llegado a esta instancia decisiva. La Champions se tiñe de roja con su nuevo dueño.

 

Fuente: Olé