La Bombonera se vistió desde temprano con sus mejores galas para homenajear a jugadores y cuerpo técnico del flamante campeón. La vuelta olímpica de los futbolistas acompañados por sus familias, 45 minutos antes del comienzo del partido frente a Unión, fue saludada por la multitud.  

 

Pero el estallido fue a la salida del equipo ya vestido para el juego cuando una lluvia de papeles azules y amarillos y las detonaciones de los fuegos artificiales lanzados desde fuera del estadio envolvieron a los futbolistas.   El once para el partido final salió en un cordón de pibes de inferiores. Los Mellizos, respetuoso, cedieron todo espacio y miaron desde un lugar secundario cómo un drone bajaba una estrella con el número 66, representativo de los títulos xeneizes para que el capitán Fernando Gago la acomodara en el enorme escudo tenido en el círc7ulo central.  

 

El tradicional ‘Boca ya salió campeón, Boca ya salió campeón, se lo dedicamo’a todos…‘ fue uno de los estribillos más escuchados al paso del plantel frente a cada una de las tribunas.   Otro canto estrenado hace poco, ‘vení, vení, canta conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano de los mellizos todos la vuelta vamos a dar‘ fue otro de los coros dominantes.  

 

Así se agasajó al director técnico Guillermo Barros Schelotto y a su hermano y ayudante, Gustavo, con una melodía que trajo el recuerdo de las épocas de Carlos Bianchi, cuando cantarla se había hecho un clásico.   Entre los jugadores, los más celebrados resultaron el goleador Darío Benedetto (‘olé, olé, olé, olé, Pipa, Pipa‘) y Ricardo Centurión (‘no se va, el Ricky no se va‘), cuya continuidad en el club tras vencerse su préstamo debe resolverse en las próximas semanas.  

 

Desde la salida del Hotel Madero, sede de la concentración, una caravana había acompañado, poco después de las 14, el paso del ómnibus que trasladó a los futbolistas hasta el estadio.   En los alrededores, muchísima gente pugnaba por ingresar a La Bombonera pasadas las 15 pero contra lo que pudiera suponerse, en las graderías altas había espacio, disponible, de lo que se desprende que la distribución no fue la más adecuada.   Completada la vuelta, los jugadores volvieron al vestuario, a la espera del partido programado para las 16.15 por la última fecha del torneo que Boca ya se aseguró con cinco días de anticipación.  

 

Y el ingreso a la cancha contó con un extra: a la tradicional calle que arman las ‘Boquitas‘ se le sumó otra formada por jugadores de las inferiores del club.   Para después del partido quedó la premiación, por la cual el club recibirá el trofeo a que se hizo acreedor y cada uno de los jugadores e integrantes del cuerpo técnico, de la correspondiente medalla, con show de fuegos artificiales.