En el fútbol y sobre todo a la hora de jugar cosas importantes, saltan a la luz aquellas costumbres o amuletos para que la suerte siga acompañando. Para muchos deportistas sanjuaninos, las cábalas son un mito y prefieren denominarlas "costumbres". Pero al fin y al cabo, terminan siendo lo mismo. "En el deporte no existen las cábalas", dijeron algunos, aunque, queriendo o no, terminaron admitiendo que existen y que también ayudan.
Tratar de ver los partidos con las mismas personas, en el mismo lugar, con idéntica ropa y hasta mantener el menú, son la preferencia de los deportistas sanjuaninos. Aunque llamó la atención el caso del ciclista Willy Lucero quien sostuvo que prefiere ver los encuentros sin compañía de nadie. "Los veo solo, ¿qué hago si me vienen visitas?, los dejo y me voy a mi pieza para ver el partido solo, sino la cábala no funciona\’, admitió. Otro que tiene una rara costumbre es Lucas Godoy, jugador de Del Bono, quien expresó que tiene como cábala ver los primeros tiempos de los partidos siempre en lugares distintos, pero en el entretiempo parte rumbo a su casa. Además, fue el único que se animó a hacer una promesa: "Si salimos campeones me tatúo la pelota" contó.
Pero los sanjuaninos no son los únicos que creen en las cábalas. Ayer, el mediocampista de la Selección Lucas Biglia, contó que siempre usa el mismo calzoncillo en todos los encuentros. "Me lo pongo después de la entrada en calor y apenas termina el partido lo meto en una bolsa y lo guardo. Ni loco lo lavo. Lleva casi un mes ahí y ni lo voy a tocar", admitió entre risas. Otro que sacó a la luz su cábala fue Sergio Goycochea, exarquero de la Selección que se lució en el Mundial Italia 1990 atajando penales. Goyco, contó que en este Mundial, donde se desempeña como comentarista deportivo, pateó la pelota al arco vacío justo media hora antes que comenzara el encuentro y hasta ahora le está dando resultado.
Las cábalas pueden ser un mito para algunos o una realidad para otros, lo cierto es que hoy, cuando Argentina se enfrente a Alemania, los sanjuaninos seguirán manteniendo al pie de la letra sus cábalas para de alguna manera, ayudar a cumplir el sueño de los 40 millones de argentinos.

