Cuando se quiere, se puede. Ese es el lema de "Las Águilas’, el equipo de hockey sobre césped femenino de Zonda que se formó hace ocho años y que lucha por ganarse el reconocimiento del departamento.
Las chicas se reúnen diariamente a practicar el deporte que las apasiona y los fines de semana salen de los límites del pueblo para participar en cuanto torneo amateur se disputen.
El equipo se formó por iniciativa de Liliana Rojas, quien es la profe y la principal motivadora para que las chicas se metieran en el deporte. El motivo fue ese: brindar una actividad deportiva en la rama femenina, algo que no existía en el departamento del oeste sanjuanino.
Comenzaron desde cero, nunca tuvieron una sede fija. Transitaron desde la sede del club Juventud Zondina, pidieron prestado la sede de Recabarren, entrenaron en el Polideportivo Municipal y en el CIC del Barrio Obrero, en pleno corazón zondino, que son los lugares que hoy por hoy utilizan para entrenar.
"Acá nos juntamos a entrenar solamente porque nos gusta, aunque lo hacemos con todo el profesionalismo posible’, cuenta Alexandra Vega, una de las pioneras que actualmente es quien entrena a las chicas debido a que Rojas está con licencia por embarazo.
Vega integró el primer equipo cuando surgieron Las Águilas y recuerda que en ese tiempo eran muchas más las chicas que se prendían a la práctica del deporte.
"Lo que pasa es que al no tener una sede fija, por ahí teníamos que parar unas semanas y ahí el equipo se desarmaba’, cuenta Inés Vega, otra de las jugadoras que más entusiasmo pone a la hora de entrenar. Por ese motivo fue Alexandra quien tomó las riendas tras la ausencia de la entrenadora para que el equipo no se desarmara.
Hoy por hoy son diez chicas quienes entrenan cuando hace unos meses atrás tenían para armar un equipo de Sub-16 y otro de Primera División.
Cuentan las chicas que más de una vez pidieron ayuda al municipio y si bien cuentan que recibieron juegos de camiseta, también agradecen a la Secretaría de Deportes que gracias al programa "Yo amo a mi club’ consiguieron conitos para poder entrenar.
A pesar que a ellas todo les cuesta el doble, no se quejan ni nada por el estilo, todo lo contrario. Y un ejemplo de eso es el sacrificio que realizan cada fin de semana que les toca participar en los torneos del "hockey social’ o campeonatos interdepartamentales, lógicamente amateurs.
Es que desde Zonda se tenían que trasladar en dos o a veces hasta tres colectivos de línea cuando les tocaba jugar en Caucete, Albardón o San Martín por citar ejemplos. Los juegos de camisetas con los que cuentan en su mayoría son donados aunque más de una vez tuvieron que recurrir a rifas, sorteos, bingos o venta de empanadas para poder conseguir los fondos necesarios para abastecerse de indumentarias o poder comprar los materiales para jugar.
Las Águilas zondinas no cuentan con muchos logros conseguidos, pero eso tampoco importa cuando la intensión pasa por jugar y divertirse. Recuerdan cuando una vez la Primera se consagró campeón en un campeonato de Angaco y recientemente cuentan con un subcampeonato el año anterior, en tanto que la Sub-16 fue bicampeona y ese es otro logro que las enorgullece.
A pesar de no tener nada, ni sede ni reconocimientos, Las Águilas lo tienen todo: el sentimiento por un humilde equipo forjado desde una fuerte amistad.
Las hermanas Vega, sacrificio puro
La familia Vega es reconocida en Zonda. Cuentan con una historia marcada por el sacrificio. Hoy es la mayor, Alexandra, quien se hizo cargo del equipo de Las Águilas para que las chicas tuvieran continuidad tras la ausencia con aviso de la profe. Inés, en tanto, es quien dio a conocer a este medio hace unos meses atrás la historia de Ángel, su hermano menor. Fue cuando la Selección Argentina encabezada por Lionel Messi llegó a San Juan previo a partir a la Copa América.
El chico de 13 años nació prematuro y padece la misma enfermedad que tuvo el crack rosarino y gracias a la Fundación Leo Messi puede cubrir el costoso tratamiento que les demanda 70 mil pesos por mes. Al final, Angelito -que demuestra ser mucho menor de la edad que tiene- pudo conocer a su ídolo de cerca ya que ingresó al campo de juego entre los chicos seleccionados para acompañar a los jugadores.
Justamente las hermanas Vega son quienes se hacen cargo del pequeño, es que hace unos años la madre falleció de cáncer y debido a ese trauma, el padre padeció un ACV que lo dejó con una discapacidad motriz. Vaya si las chicas saben de sacrificio, más que unas "águilas’ las hermanas Vega son todo unas leonas.