Boca Juniors entró en la cuenta regresiva para las históricas elecciones que, luego de distintas instancias judiciales, se harán el domingo y enfrentarán dos modelos claramente contrapuestos, encarnados por el ídolo Juan Román Riquelme y el expresidente del club y de la Argentina Mauricio Macri.

Riquelme será el candidato a presidente por el oficialismo, dado que hoy es vice del club con Jorge Ameal, que lo vuelve a acompañar en la fórmula pero con roles invertidos. Macri, por su parte, es el emblema de la oposición, aunque irá como candidato a vicepresidente de Andrés Ibarra, ex ministro de Modernización de la Nación.

El "mundo Boca" espera así una de las elecciones más importantes en sus 118 años de vida, mientras los candidatos se mantienen expectantes y por ahora en silencio con los medios.

Hasta hoy ninguna de las dos listas anunció un cierre de campaña y es difícil que se tome una decisión al respecto: son las redes sociales el campo de batalla para mostrar cada uno sus ideas y "machacar" sobre las debilidades del otro.

Sin duda que la fuerte imagen de Román, el ídolo de Boca, y de Macri, el presidente que consiguió más títulos, se llevan todos los halagos y rechazos. Y es que detrás de ellos también está en juego la famosa "grieta" de la política nacional: seguramente el que gane trascenderá el ámbito de la pelota.

Por eso esta elección "xeneize" es diferente a todas y tiene un interés público como ninguna en su historia, a tal punto que el mismísimo presidente de la Nación, Javier Milei, está en el padrón como socio activo y si quiere puede votar.

En distintas oportunidades, el flamante presidente argentino se pronunció en favor de la candidatura de Macri pero todavía no informó si tiene previsto ir a votar a la Bombonera.

Algunos comparan este escrutinio con el que se realizó en el club a finales de 1986, cuando de un lado estaban Antonio Alegre y Carlos Heller y del otro, Alberto J. Armando y Luis Conde.

La pelea en ese momento era entre Alegre (hombre ligado al radicalismo) y Heller (del partido comunista) ante la otra fórmula, que tenía el apoyo de "La 12" con José Barrita (El Abuelo) como líder y el bastión del peronismo de Antonio Cafiero detrás.

El oficialismo ganó esa elección con un final lamentable: una agresión a la hija de Heller por un integrante de la barra.