Un debut prometedor para la Selección argentina en el grupo D de la Copa América, que superó 2-1 a Chile, la que no estuvo a la altura de ser el defensor del cetro que se adueñó el año pasado al superar en la final a la Albiceleste. Victoria para sacarse el peso del primer partido y en una especie de “revancha” para un equipo que cuando se asoció mostró que no es messidependiente y con individualidades como Nicolás Gaitán en el arranque, y Ever Banega en el segundo tiempo, se encaminó a ganar el juego más complicado de la zona. Los goles de Ángel Di María y luego Banega en el inicio del complemento, marcaron el camino acertado que los de Martino buscaron plasmar en todo momento y que fueron un azote del cual los campeones de América no pudieron ni supieron remontar.

Argentina largó como terminó, con un primer tiempo intenso. Con momentos de manejo para ambas selecciones, imponiendo sus estrategias, pero carentes de profundidad por imprecisiones. La velocidad de Gaitán y Di María, contra los pelotazos chilenos a espaldas de los centrales nacionales marcaron el comienzo del juego, que tuvo a Argentina presionando y Chile sin seguridad en los pases.

A los 2’, Gaitán metió el cabezazo que dio en el travesaño. La Albiceleste tenía mejor control y el defensor del título comenzó a cortar con fuertes faltas. Sobre los 22’, Banega envió el centro rasante que Higuaín buscó definir de “taco”. Y a la salida de ese tiro de esquina, ganó Rojo en las alturas y el balón pasó cerca.

Promediando la mitad del parcial, la selección trasandina empezó a jugar y a tocar a espaldas de los volantes, con Sánchez y Vidal para poner en apuros a la albiceleste. Y tuvo su primera y única llegada a los 29’, que llevó a Romero a lucirse abajo, ante el remate potente de Sánchez
En el complemento Chile largó mejor, metido, comprometido con tomar la iniciativa y así en menos de 3 minutos llegó en un trío de oportunidades que marcaron sus intenciones. Pero Argentina lo frenó en secó, en virtud de la pelota que recuperó Ever Banega -un pilar y emblema para el triunfo- y que se animó a encarar, asistió a Di María, para que el “Fideo” definiera al primer palo y a los 5’ le puso claridad a un partido complicado con su gol.

Pero no se quedó con eso y en una especie de “devolución de gentileza”, a los 13’, se invirtieron los protagonistas: Di María asistió y Banega puso el 2-0. La pelota entró por el mismo primer palo del arquero Bravo pero esta vez el remate del volante dio en el defensor Mauricio Isla y se coló para justificar lo hecho en la primera mitad.

Argentina se compenetró y las sociedades fueron fructíferas. Higuaín exigió con su disparo y si bien no tuvo más oportunidades fue sólido para manejar el partido, que sólo tuvo la mala salida de Romero a los 48’ para el descuento de José Fuenzalida. Argentina empezó con el pie derecho en su sueño de ganar la Copa.