Para el portugués Rubén Faria su misión es clara: ser el ayudante principal dentro del pelotón del Dakar de su compañero de equipo, el también motociclista Ciryl Despres. En la primera etapa del Dakar, el piloto de KTM hizo mucho más que eso y se quedó con la victoria. Pero una penalización le amargó la tarde y puso las cosas tal cual pretende el equipo, primero Despres y segundo Faria, quien logró una victoria moral, por decirlo de alguna manera.
El cargo de mochilero en el Dakar implica que si el piloto principal del equipo tiene inconvenientes de algún tipo, el mochilero debe auxiliarlo. Si el piloto principal tiene una rotura en el neumático, el mochilero le debe entregar su neumático para que pueda seguir corriendo y el escudero debe esperar la asistencia del equipo que viene detrás del pelotón. La figura del mochilero también se utiliza para que intentar restarle tiempo al rival directo de su equipo y de esta manera trabajar en función del equipo. Rubén Faria tiene bien sabido el libreto ya que al finalizar la prueba ayer, todavía siendo el ganador, declaró que "mañana (por hoy) si voy primero me paro para que pase Cyril. Mi trabajo es que Cyril gane su cuarto Dakar”. Faria hizo un tiempo de 1 hora 58 minutos 02 segundos para recorrer los 198 kilómetros de velocidad pura en caminos del sur de Córdoba, tras un largo enlace desde Victoria, donde partieron de madrugada. Pero con la penalización de un minuto que recibió quedó 31s. atrás de Despres, quien ahora manda en las motos. El mejor argentino clasificado en el parcial resultó Javier Pizzolito, con Honda, que terminó a 13 minutos.