Ya lo había realizado ante España y anoche, ante un rival de menor jerarquía como Angola, lo repitió José Luis Páez. El entrenador de Argentina hizo en ambos casos de la rotación toda una declaración de principios como tantas veces remarcó antes de Mundial que "todos los jugadores que están en el plantel pueden jugar porque están capacitados".
El entrenador puso el mismo quinteto inicial que ante la Furia Roja, sólo cambiando al arquero (ver página anterior). Es decir, largó con Platero, Romero, Ordóñez y Álvarez. Esa formación estuvo en cancha más de siete minutos y luego comenzó con las variantes, dándole cabida a Pascual, Nicolía, Mena y Martínez. En esta oportunidad, Páez no movió tanto el banco respecto a los cambios de entrar y salir hockistas, sino que optó por darle mayor continuidad en cancha a las distintas formaciones que armaba.
Así, fue buscando distintas variantes a nivel táctico y de juego, apuntando seguramente a cuando las exigencias sean superiores ya en instancias de play off. A su vez, potenció ciertas duplas de juego que van tomando cada vez más identidad.
Otro punto a tener en cuenta es que Páez debe querer que sus hockistas de campo lleguen lo más descansados posible a los ‘mano a mano’, cuando se sabe que la exigencia física y mental es superior.
CONFORME
El delantero Ezequiel Mena puntualizó que "siento que hicimos las cosas en líneas generales muy bien. Se cumplió con la idea que tenía el técnico de presionarlos y no dejarlos generar situaciones. Por ahí, en algún momento nos inquietaron con los remates de media distancia, aunque es algo que pudimos corregir rápidamente".