Concretado el adiós a Maradona, en AFA un nombre quedó mejor parado que ninguno después del remezón: Carlos Salvador Bilardo. El Narigón fue ratificado públicamente como Director General de Selecciones en un gesto que va mucho más allá según todas las lecturas que se le pueda dar a esta tensa realidad que rodea al seleccionado mayor. Bilardo eligió tomar distancia en este tramo final de la desvinculación de Diego del seleccionado aclarando que no había aconsejado borrar a nadie pero es un secreto a voces que ya tenía diferencias insalvables con Alejandro Mancuso, el médico Donato Villani y el preparador físico Fernando Signorini. Curiosamente, esos fueron los nombres que Don Julio Grondona puso en la mesa a la hora de eliminar para un nuevo ciclo de Maradona. Diego, era sabido, ni siquiera los quiso escuchar. En síntesis, el gran ganador terminó siendo Bilardo, al que "ningunearon" en Sudáfrica, al que no le permitieron meter bocado alguno en la previa y durante el Mundial.
Ahora, recargado, Bilardo empezó a tejer su telaraña para poner gente de su riñón en el seleccionado mayor. El trío Batista-Sabella-Russo parece tener el podio listo para calzarse el buzo de DT en próximos días. El Checho Batista tiene el guiño de Grondona y lo avalan los resultados que consiguió en los juveniles pero aún no se gana el OK de Bilardo. En cambio Sabella parece ser el elegido. Nuevo en el ambiente, con probada capacidad conductora para llevar a Estudiantes a la conquista de América en 2009 y, por sobre todo, alumno distinguido de Bilardo que lo dirigió en la década del 80 en el Pincha y al que marcó como uno de sus grandes discípulos. El tercero que aparece por afinidad con Bilardo y por trayectoria es Miguel Russo, aunque en su contra le juega el bajísimo perfil que cultiva.
Bilardo tiene la palabra, se podría decir. Se bancó calladito la indiferencia de los colaboradores de Diego y cuando tuvo su momento de revancha, no lo dejó pasar. Recargado, ratificado y en ganador, Bilardo sabe que en esta nueva etapa de la selección, tendrá voto propio.

