Con un tono de voz bajo y la humildad que lo caracteriza, Julio Balmaceda termina el entrenamiento de fútbol, en Chimbas, para analizar el presente que le toca vivir con Peñarol en el Torneo Argentino B. Proveniente de Marquesado, club donde empezó su carrera como jugador, actualmente el Fino se convirtió en la figura más destacada del Bohemio. Y aunque le reste importancia a su tarea como volante por izquierda, por su habilidad, estado físico y lectura del juego ya convirtió dos goles más que importantes: el primero ante Alianza, para el empate 2-2, y el segundo el sábado pasado, para ganarle 1-0 a Tiro Federal.
“No sé cómo se ve de afuera, por ahí estoy de racha (sonríe). Pero también dependo del equipo”, señaló Balmaceda, quien a sus 31 años se asemeja a aquel fantástico jugador que triunfó en Desamparados en el Argentino A. “Llegué bastante bien físicamente, y el profe de acá terminó de ponerme a punto”, agregó con respecto al constante ida y vuelta que mantiene en el sector izquierdo de la cancha. Y, en este sentido, añadió: “Soy derecho, pero ese es mi mejor perfil porque puedo enganchar para adentro. Mis compañeros saben que soy ligero y por suerte me cuidan las espaldas”.
Finalmente, Balmaceda contó que su sueño sería terminar su carrera en el Far West, con Marquesado, ya que “tengo dos hermanos que son del club y sería hermoso que jugáramos los tres juntos para ganar un título.
