El sueño de Villa Obrera de lograr el ascenso se convirtió ayer en una verdadera pesadilla. Es que prácticamente quedó sin chances de llegar a la final del Torneo Argentino B, luego de pasarla realmente mal en Mendoza, donde cayó por 6-0 ante Gutiérrez y sufrió tres expulsiones. El equipo de Marcelo Ontiveros salió con todas las ilusiones en la cancha del Perro, pero poco le duraron porque a los 5 minutos Mauro Orué aprovechó un rebote que dio el arquero Fabián González y, en un supuesto offside, puso el 1-0. De todas maneras, la Villa le jugó por momentos de igual a igual a su rival y llegó a tener algunas chances de gol, pero solamente hasta los 28’, cuando Cristian Lucero la picó por encima del arquero sanjuanino, la pelota dio en el travesaño y el propio Tato la terminó metiendo en su arco. De ahí en más, todo fue oscuro para Villa Obrera. En el final de la primera etapa, Gabriel Mendoza llegó a marcar a destiempo y vio la roja, mientras que el inicio del complemento, el local se puso 3-0 con otro tanto de Lucero tras una gran jugada colectiva. Luego el árbitro Mariano González cobró un penal que José Ortíz cambió por gol y le mostró la roja a Roberto Soria por cometer una dura falta. Con el correr de los minutos, la Villa intentó descontar y achicar la ventaja, pero fue imposible. Es más, le convirtieron por duplicado cuando faltaban 10 minutos (ambos goles de Lucero, la figura del partido) y encima le expulsaron a Franco Lepe, quedándose con 8 jugadores y perdiendo 6-0. Fue una tarde para el olvido para el equipo chimbero en la ciudad de Maipú, donde nunca le encontró el rumbo al partido y terminó pagando caro, sobretodo, sus propios errores. El partido de vuelta se jugará el próximo domingo a las 17:30 en La Boutique, donde tendrá la difícil, pero no imposible, misión de remontar seis goles de diferencia. Y, si no lo logra, igual intentará despedirse de su gente con una victoria.