El arquero de River Plate, Marcelo Barovero, figura en el triunfo ante Boca por 1 a 0 con un penal atajado, afirmó que ‘esto es hermoso’ y lo disfruta ‘mucho’, tras la clasificación para la final de la Copa Sudamericana de fútbol. El arquero se quebró cuando finalizó el superclásico. La carga emotiva de esta semifinal fue tan grande que el arquero lloró en pleno campo de juego. No era para menos. En sus manos quedó el triunfo. El penal que le tapó a Gigliotti apenas comenzó el partido resultó un factor decisivo en la fiesta de River. “Sirvió mucho. Fue raro, pero lo más importante es que ganamos. A veces le toca a uno y otras a un compañero. Nosotros funcionamos como equipo, y lo demostramos partido a partido‘, se descargó Trapito que contó que tenía una idea de cómo le podría pegar Gigliotti en el penal. “Había visto algún video. Pero estaba tranquilo y con la mente clara, sabía que si se frenaba iba a la izquierda”, detalló quien luego también le tapó un mano a mano al delantero de Boca, también en el primer tiempo.
“Jugamos con los dientes apretados los 180 minutos de la serie. Ahora trataremos de seguir de esta manera. Era difícil pensar en llegar a una final. Intentamos crear algo fuerte con este grupo. Esperamos conseguir el título. Hace seis meses venimos trabajando para eso”, comentó, mientras explotaban las tribunas con sus 60 mil hinchas y la noche se iluminaba con fuegos artificiales preparados en el club. Ahora el arquero le apuntó al choque ante Banfield en el intento de recuperar la punta del torneo local que perdió a manos de Racing.

