A pocos días de cumplirse el primer aniversario de la tragedia que sufrió el Chapecoense en Colombia cuando iba a disputar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, uno de los tres sobrevivientes de aquel plantel, regresó al Arena Condá y pudo entrenarse un rato. Es que a pesar de contar con una prótesis en lugar de su pierna derecha, a Jackson Follmann se lo ve feliz por volver a hacer deporte, por ser arquero otra vez, aunque sea por un rato.
“Es una gran emoción. Me alegro de volver al césped, recordar un poco el tiempo que se pasó tan rápido. La nostalgia es grande, pero es buena. Creo que estoy en el camino correcto. Si entreno un poquito más, creo que puedo volver con la octava o la novena”, expresa el 1 entre risas. Y claro, está feliz de pisar el Arena Condá con la ropa de entrenamiento, como hace un tiempo atrás.
Por otra parte, reconoció que sirve de ejemplo para otros discapacitados. “Sé de la importancia y del ejemplo que soy para las personas. Hay una frase que es la que más encaja en esta situación: “Veo que con una pierna consigo llegar más lejos que con las dos. La amputación sólo sacó mi pierna, más nada. Hago muchas cosas, me desafío todos los días y veo que la complicación está solo en la cabeza”, expresó.
Y por último, dejó una enseñanza de vida para todos: “Valorizo las cosas muy simples de la vida, cosas que pasan desapercibidas en el día a día. El simple hecho de ir al baño, besar a las personas que amas… Me quedé un período en silla de ruedas y fue difícil, mi sueño era quedar bien, dar pasos, abrazar. Este entrenamiento lo valoro mucho. Gane el día, la semana, el mes. Soy un discapacitado físico con orgullo y volver a practicar un deporte es demasiado placentero”, cerró en diálogo con Globo Esporte.