Tanto hizo Unión por salir de su cancha, a quien primero le negaron hacerlo en el Bicentenario, que anoche le quedaron muchos espacios libres por las dimensiones del estadio de San Martín en comparación con el 12 de Octubre. Eso se apreció principalmente en el primer tiempo, que fue cuando al Azul le costó acomodarse en una cancha mucho más amplia. Por momentos todos estaban juntos, resignando una parte importante de la cancha que era, en lo futbolístico, la idea principal para jugar en otro estadio.
Apenas un poco de claridad cuando la tuvo el “Luto” Molina, pero nada más. Siempre en función de sacarle provecho y hacer correr la pelota para hacer cansar al rival.
Anoche la cancha la quedó grande al estilo y sistema de juego del equipo de Víctor Hugo Cabello más allá de la victoria. Y si bien el objetivo se logró desde el resultado final, en la futbolístico no ofreció demasiado.
Recién en el complemento se agrupó mejor y entendió que en una cancha grande la propuesta debe ser muy diferente. Creo más situaciones y puso énfasis en jugadores con mayor velocidad como el Gino Laciar. No obstante el negocio desde lo táctico para Unión no fue superado anoche porque a esa cancha le debió sacar mejor jugo.

