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La mejor jornada vivió ayer la delegación argentina en lo que va de los Juegos Olímpicos de la Juventud "Buenos Aires 2018". Es que el lunes sirvió para cosechar nada menos que tres medallas doradas, provenientes del lanzamiento de bala, rugby y las volcadas. Mientras que en triples, también dentro del básquetbol, hubo medalla de bronce en triples mediante Sofía Acevedo.
El rugby, en su versión de seven, tuvo unos Juegos estupendos y lo cerró con el oro. Los dirigidos por Lucas Borges se impusieron en todos sus encuentros y en la final dieron cuenta 24-14 a Francia, en la cancha del Club Atlético San Isidro.
En tanto, en lanzamiento de bala, el juvenil Nazareno Sasia (17 años) se quedó con el oro merced a los 43,19 metros en total que lanzó, dejando relegados al chino Jialiang Xing y el bielorruso Aliaksey Aleksandrovich. Sasia llegó a estos Juegos como el mejor ranqueado a nivel mundial Sub-18 y no le pesó en absoluto esta responsabilidad.
Mientras que en el torneo de volcadas de básquetbol masculino, Fausto Ruesga se impuso al ruso Nikita Remizov. Ruesga, alero de Weber Bahía, se destacó por la originalidad de sus intervenciones. Apeló a sus compañeros y a objetos como los carritos en los que se guardan las pelotas y una camilla.
Por último, dentro del golf, la pareja de Ela Anacona y Mateo Fernández de Oliveira se subieron al podio en la prueba mixta sumando otro bronce para la Argentina.
Hasta el momento, Argentina suma 9 oros, 5 platas y 6 bronces, es decir 20 preseas en total.
Se lo dedicó a Román
Nazareno Sasia se colgó la medalla de oro en lanzamiento de bala. Y se acordó, justamente, que su corazón late con sangre azul y oro. El pibe había sorprendido el viernes cuando, mientras hablaba de su rendimiento, lanzó "un saludo a mi abuela y a Juan Román Riquelme". Y ayer repitió el ritual.
"Estoy muy feliz por la medalla. Cuesta caer", arrancó en declaraciones para TyC Sports.
¿A quién se lo dedicó? "Para mi familia, mi entrenador y un saludo para Riquelme", respondió entre risas.
Su dedicación es todo un tema, pues Sasia se va de Cerrito a Paraná a entrenarse, vuelve a almorzar a la casa (son 50 kilómetros); por la tarde va a la escuela y después vuelve trabajar en Paraná.
"Haber ganado esta medalla es un auténtico sueño cumplido", cerró el entrerriano que es entrenado por el olímpico Germán Lauro.