En pausa. Ricardo Centurión volvió al país para jugar en Boca, pero el domingo se peleó en un boliche. Por ahora, la situación no se define.

Boca le ofreció ayer al mediocampista Ricardo Centurión un contrato que limita su vida privada y establece sanciones en caso de inconducta, lo que no conformó a su representante, Junior Mazzoni, quien se comprometió a dar una respuesta tras analizarlo con el futbolista.

El agente de Centurión se reunió ayer por la tarde por espacio de diez minutos con el presidente de Boca, Daniel Angelici, y marchó de las oficinas de La Bombonera con el documento ya redactado, que fija un vínculo por los próximos tres años.
Fuentes consultadas al término del encuentro admitieron que Mazzoni no quedó del todo conforme con la letra chica del acuerdo, en el que Boca buscó cubrirse por los permanentes escándalos del jugador fuera de la cancha.

Centurión, que descartó una oferta del Genoa de Italia para continuar en el club ‘xeneize‘, deberá dar una respuesta en las próximas horas y, en caso de aceptar la propuesta, se incorporará a la pretemporada que realiza el plantel de Guillermo Barros Schelotto en Ciudad del Este, Paraguay.

Después de acordar con San Pablo de Brasil la compra del 70 por ciento de los derechos federativos, a la dirigencia de Boca le cayó el nuevo escándalo en el que se vio envuelto Centurión en la madrugada del domingo, a pocas horas de llegar al país procedente de Italia, donde dejó plantado a los directivos del Genoa que lo esperaban para ficharlo en el club italiano.

Centurión fue el centro de un nuevo incidente en un boliche bailable del partido bonaerense de Lanús, Capítulo 1, donde llegó a las 4.30 del domingo, para retirarse a la 7 custodiado por la policía en un patrullero. Allí, sus amigos pelearon con un grupo de personas que querían sacarse una foto con el jugador, a quienes les quitaron los celulares y los rompieron contra el piso.

La noticia de un nuevo problema del jugador fuera de las canchas cayó muy mal en el predio en donde Boca realiza la pretemporada y el entrenador de Boca, principal promotor de su vuelta al club, aprobó la inclusión de las cláusulas de conducta en el contrato de Centurión. Para comprar el pase del atacante, el club de la Ribera deberá abonarle 4.200.000 dólares a San Pablo por el 70% y 1.500.000 a Racing por el 30%.

Otra compra que se puso difícil para Boca fue la del delantero Ramón Abila, de reciente salida forzada del Cruzeiro de Brasil por falta de pago del club con Huracán. En una reunión realizada ayer entre Angelici y Alejandro Nadur, máximo dirigente del Globo, no hubo acuerdo. Es que Huracán pretende por el pase de Wanchope 5,5 millones de dólares, 1,5 pagados ahora y los restantes 4 en diciembre, que era lo pautado con el Cruzeiro cuando se llevó al delantero. En estos términos, Angelici por el momento desestimó la negociación y dio marcha atrás con su intención inicial.

Molestia para Goltz
 

El defensor de Boca Paolo Goltz abandonó ayer la práctica xeneize en Paraguay por una molestia muscular.
Goltz, uno de los refuerzos del plantel de Guillermo Barros Schelotto y quien llega procedente del América de México, se retiró de las canchas en las que trabajaban acompañado por el kinesiólogo Sergio Brozzi, apenas 15 minutos después del inicio del entrenamiento.

El también marcador central Juan Manuel Insaurralde completó los trabajos dispuestos por el preparador físico Javier Valdecantos y se retiró hacia los vestuarios con Leonardo Betchakian, otro de los kinesiólogos del plantel.

El resto de futbolistas trabajó de manera intensa, en la etapa más dura de la pretemporada del actual campeón argentino de fútbol de Primera.