Todo pudo cambiar aquella noche del 23 de noviembre, pero el destino estaba escrito. San Lorenzo visitaba a Chapecoense, buscando la final de la Copa Sudamericana.
En un partido cerrado, los de Boedo estuvieron muy cerca de quedarse con el triunfo en tiempo de descuento, cuando el enésimo centro de la noche derivó en los pies de Marcos Angeleri, pero el remate del defensor fue desviado milagrosamente por el arquero Danilo. Esa fue la última jugada del partido que terminó 0 a 0, permitiendo al equipo Brasileño llegar a la final.
Danilo es uno de los fallecidos tras la caída del avión.