El lateral izquierdo argentino Diego Simonet, pese a su corta edad, se hizo cargo de la responsabilidad de ser el jugador "distinto" de la Selección de handball y aseguró que haber ganado el Panamericano es "un envión anímico para los Juegos Olímpicos" de Londres 2012. "Soy joven y sé que la experiencia la voy a ir adquiriendo con el correr de los partidos, pero también tengo claro que hay que jugársela. Si no te la jugás no ganás nada", dijo el menor de los Simonet, de apenas 22 años.

De esta manera, el "Messi del handball", como lo bautizó el diario francés L"Equipe en pleno Mundial de Suecia 2011, tomó con naturalidad el "tirón de orejas" que le hizo en pleno partido el técnico Eduardo Gallardo tras dos errores en ataque.

Figura en la conquista de la medalla dorada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y goleador nacional, con 6 tantos, en la victoria ante Brasil (22-21) en la final del Panamericano que se disputó en Almirante Brown, Diego se expresó feliz por el reconocimiento de la gente. "Todo el torneo nos apoyó al máximo y llenó el estadio. Sabíamos que si no ganábamos este torneo, la cabeza para los Juegos iba a ser diferente. Esto nos va a dar un envión anímico para concretar en Londres nuestro objetivo de pasar de ronda", puntualizó.

El "Mago" empezó de menor a mayor en el certamen en Almirante Brown, donde Argentina consiguió la clasificación al Mundial de España 2013. No vio acción en el debut ante Estados Unidos y fue sumando minutos con el correr de los partidos, coronando la semana con una demostración de todo su talento en la final.