Con 9 fechas ya adentro del Argentino A, en Puyuta ya se empieza a agigantar una pregunta. ¿Cuál es el verdadero Desamparados? Será aquel que goleó a Rivadavia de Lincoln, o ese que impresionó tan bien en el debut contra Brown de Madryn. O tal vez sea aquel que la pasó muy mal en Mendoza frente a Maipú o este mismo que en Mar del Plata volvió a quedarse sin nada en otra nueva salida. Las preguntas se multiplican porque en este Desamparados de Andrés Villafañe no se perfila una identidad como equipo. Ya probó todos los sistemas, han jugados todos los integrantes del plantel, pero Sportivo no aparece. Alterna buenas con malas, ilusiona y desilusiona a su gente con la misma velocidad. En San Juan le está costando demasiado imponer sus condiciones futbolísticas y de visitante, no puede.

El entrenador ya probó con todas las variantes tácticas que el plantel le permite. Empezó con dos líneas de cuatro y dos puntas. Lo mantuvo dos fechas y luego ensayó con un mediapunta y un solo delantero. Luego, apurado por la necesidad de ganar, empezó a utilizar el enganche, manteniendo la línea de cuatro en defensa. Ganó uno y el otro lo perdió. Más cercano en el tiempo, el modelo fue de línea de tres en defensa y enganche, más dos puntas. Ganó y perdió con ese modelo. Esa es una de las cuestiones que merecen definición inmediata en Sportivo: cuál es el modelo que lo caracterizará. Las pruebas son buenas cuando dan resultados.

En los nombres, las decisiones de Villafañe fueron más que amplias porque utilizó todo lo que este plantel le ofrece. No parece pasar por los nombres el problema de identidad de este Desamparados. Ya pasaron 9 fechas. Se viene una nueva presentación como local frente a uno de los más débiles de la zona como Defensores de Ramallo y parece ser el momento de las respuestas.