Socios. En la práctica de ayer por la mañana, el entrenador de la albiceleste paró un equipo con la sociedad Messi-Agüero en el ataque y que se perfila para el debut del próximo sábado.

 

El seleccionado argentino realizó ayer su primer doble turno en suelo ruso con una mañana dedicada a Islandia, el rival del debut, y una tarde festiva con práctica abierta a los aficionados que quisieran darse cita en el bucólico Centro de Entrenamiento de Bronnitsy, donde como siempre el más requerido fue Lionel Messi, que ejercitó las piernas a primera hora en el equipo ofensivo que armó Jorge Sampaoli, y las manos en el segundo, cuando debió firmar autógrafos por doquier ante el fanatismo de los hinchas.

Para sacarle el jugo entonces al análisis futbolístico sirvió el entrenamiento matutino, que por esa precisa razón estuvo cerrado a la prensa, mientras que en el segundo, obviamente abierto, se pudo observar también algo archiconocido como lo es la devoción de todo el mundo, no solamente de los argentinos, por el capitán Messi.

El comienzo de la semana final, la que abre la hora de la verdad irremediablemente, luego de la práctica cerrada del domingo, regenerativa y condicionada por la lluvia, encontró muy activo al casildense, que después de algunos rodeos parece apuntar decididamente a un equipo ofensivo con la idea de hacer primera en las tres manos de la fase inicial con rumbo a octavos de final.

Es que una de las razones por las que Eduardo Salvio está en Rusia es justamente para ocupar la posición que ayer ocupó, la de lateral por derecha. Ni volante ni muchos menos delantero, pese a que esa es su posición natural desarrollada durante toda su vida futbolística, hasta que se lo cruzó a Sampaoli, que encontró en él algo que ningún entrenador anterior había visto.

Salvio fue entonces marcador de punta por derecha en el equipo titular, con implícitas obligaciones ofensivas, desmitificando, según el manual del técnico, aquello de que la primera materia que debe aprobar un defensor es, justamente, la de defender.

Y la otra intención que Sampaoli viene manejando cada vez con menos disimulo desde que llegó a la selección es la de jugar con un solo "9", que no es centrodelantero un nombre al azar, sino que es puntualmente Sergio Agüero.

Con ambos, además de Marcos Rojo como segundo marcador central y Maximiliano Meza aprovechando su oportunidad ante la sentida ausencia del lesionado Manuel Lanzini, ayer empezó a perfilar el equipo para el debut. Y este se conformaría con Caballero; Salvio, Otamendi, Rojo y Tagliafico; Meza, Mascherano, Lo Celso y Di María; Messi y Agüero.

Este 4-4-2 que supondría el parado inicial del equipo, podría desdoblarse hasta en el 2-3-3-2 tan pregonado por Sampaoli, cuando Salvio y Tagliafico se desprendan al ataque y queden atrás Otamendi y Rojo.

 

>> Agüero se perfila
 

El "Kun" es el preferido de Sampaoli para ser considerado como el único punta, teniendo en cuenta también cómo se integra justamente con Lionel Messi, dentro del campo de juego, pero también fuera del mismo, porque estas relaciones el entrenador también las tiene muy en cuenta a la hora del armado del equipo.