Increíble. La pensión donde conviven miles de sueños de pequeños de todo el país tuvo también el paso de jugadores sanjuaninos que ayer contaron su experiencia y se mostraron sorprendidos.

 

La reciente denuncia de abusos en River Plate que se desató tras lo sucedido hace dos semanas en Independiente, sigue dando que hablar. Los sanjuaninos que jugaron en el Millonario y que convivieron en la pensión destinada las divisiones formativas analizaron la situación y se mostraron sorprendidos de los hechos denunciados. Alberto Platero, Jorge Chica y Emmanuel Campo, recordaron aquellos años cuando emigraron a la Capital Federal en búsqueda de sus sueños atrás de la redonda.

El presidente de la Liga Sanjuanina de Fútbol Alberto Platero dejó San Juan en 1980. A sus 19 años el arquero por ese entonces de Trinidad jugó en San Lorenzo, luego pasó por River y también convivió en la pensión de Temperley. “Me parece raro que nadie haya sospechado cuando los chicos venían con ropa o botines nuevos. Los técnicos, los tutores, ¿nadie se va a dar cuenta de eso?” se preguntó.

El secretario de Deportes Jorge Chica, en tanto, se fue con 14 años y recuerda que en los 7 años que estuvo allí (desde 1994 hasta el 2001) nunca escuchó ni siquiera un rumor de lo que hoy es noticia. “No estuve ni cerca de vivir situaciones así, en River nos cuidaban muchísimo. Nunca escuché nada, creo que tampoco nos hubiésemos imaginado algo así. River me enseñó muchos valores, es una institución que te formaba como persona y no sólo como jugador”, contó Chica sorprendido por la situación.

Otro que llegó mucho después, en el 2001 y también con 14 años, fue Emmanuel Campo. El volante formado en Desamparados llegó a la pensión de River donde vivió hasta el 2008, justamente en esa década se habrían producido los abusos que hoy se denuncian. “Cuando me enteré no lo podía creer. En River nos daban lo mejor pero teníamos que pedir permiso para todo. Creo que hoy en día influyen mucho las redes sociales”, contó quien hoy se encuentra jugando en Río Cuarto. “Teníamos horario para todo y lo respetábamos, ya sea para el entrenamiento, el almuerzo, la merienda y la cena. En las horas que nos daban libre corríamos al ciber para mandar mail a nuestras familias, era la distracción que teníamos”.

Chica, en tanto, sólo vivió en la pensión millonaria dos semanas, después se mudó a vivir junto a su hermano que estudiaba Medicina y su papá, por ese entonces diputado nacional. “Coqui” contó que en ese momento no existían los celulares, incluso recordó cuando le escribía cartas a su mamá; también expresó que todavía no se hacía mucho hincapié en la contención psicológica: “Nuestro técnico cumplía el rol de psicólogo, padre, hermano y estaba para lo que lo necesitáramos. Por eso me parece muy raro que hayan pasado cosas así, creo que también va mucho en la educación de cada chico”, sostuvo.

Platero recordó una anécdota cuando vivía en San Lorenzo: “Teníamos un DT que dirigía Sacachispas y muchas veces nos sacaba de la pensión para llevarnos a ver a su equipo; él firmaba un libro de entrada y salida, nos cuidaban muchísimo, todos”, contó el presidente de la Liga.