La etapa de cierre de la Vuelta será, como lo ha sido en la mayoría de las últimas ediciones, en la Avenida de Circunvalación. Serán ocho giros al anillo mágico de 16,3 kilómetros para totalizar 130,4 kilómetros.

En algunas ocasiones la Vuelta se definió allí. Es traicionera no sólo porque su trazado es exigente, sino también, porque hay lugares donde las ‘rosetitas‘ de los árboles ubicados en sus márgenes provocan pinchazos inoportunos.

Perder rueda en la Avenida, si no se cuenta con el apoyo de un fuerte equipo, puede ser letal. Por eso, aunque Rosas tenga casi abrochada la Vuelta, nadie pierde esperanzas hasta que baje la bandera a cuadros.