Lo único positivo que se puede sacar en limpio de la derrota de San Martín ayer ante Defensa y Justicia es la esperanza que de esta autocrítica el grupo toque fondo para repuntar y aspirar a ser nuevamente ese equipo de la primera mitad de la rueda inicial de esta temporada de la B Nacional.
Porque incluso es menos preocupante perder contra el último de la tabla (ya dejó de serlo) que llevaba una sequía de 8 partidos sin conocer las mieles de la victoria, o el hecho de que se retrase un poco en la lucha por la vanguardia del campeonato, que ni siquiera llegó a la mitad de su recorrido. Los signos de interrogación crecen por el nivel de juego que demostró propiamente San Martín ayer en Florencio Varela. Esta vez ni siquiera se puede apuntar que le faltó definición al equipo, porque directamente no supo cómo llegar al arco rival.
¿Fue el peor partido de San Martín en las 16 presentaciones que lleva hasta el momento? La memoria no ayuda para no responder que no. Ayer a San Martín no le salió nada bien: en el primer tiempo Defensa se adueñó del trámite del partido porque ganó el medio campo, por tener más jugadores y en mejor nivel. La marca de Messera, Lorefice, pudo hacer su trabajo y eso derivó en que nunca se encendió el generador de juego del equipo sanjuanino. Todo lo contrario en Defensa, donde un inspirado Romero supo generar espacios para evadir la marca y encontró también en Fernández a un buen interlocutor.
Por los costados, San Martín tampoco salió de la monotonía. Y atrás, la defensa con dos debutantes (Galarza y Zamponi), tampoco fue una pared. Así fue que Pocrnjic pudo mantener el arco invicto en 2 remates (hubo también otro que se fue apenas desviado y una dudosa jugada en el área que el árbitro no cobró penal), hasta que llegó la apertura del marcador de la manera menos pensada. A los 35 minutos, cuando San Martín había logrado equilibrar momentáneamente el juego, Messera ejecutó mal un tiro libre, Fernández habilitó para la contra a Falcón, quien si bien no pudo sortear a Alderete, sí asistió a Fernández, quien recibió a la carrera la pelota sólo en el área para gritar el primer gol de la tarde.
Lo único que había hecho San Martín hasta ese momento en oportunidades de gol fue un remate a quemarropa de Penco en el área, que encontró la respuesta del arquero Perafán.
Para el complemento, Franco decidió cambiar el 4-2-1-3 inicial y volver a la distribución de los partidos anteriores, el 3-3-1-3, para equilibrar la lucha en el medio con el ingreso de Scatolaro por el amonestado Zamponi. El local ya no necesitaba buscar el gol y le dejó un poco la iniciativa al Verdinegro, que poco pudo hacer. Transcurrieron los minutos y salvo un remate de afuera del área de Scatolaro que se fue apenas desviado, no había indicios reales de que San Martín podía torcer la historia. Llegaron los últimos minutos donde atacó más el Verdinegro y ni un penal de Scatolaro a Romero que el árbitro no sancionó sería el pie para seguir buscando la igualdad, porque desde el banco de Defensa llegó el 2-0 que fue sentencia. Díaz encontró un callejón, disparó, Pocrnjic detuvo pero el rebote quedó para que Bueno se anticipara a los defensores y se desatara la fiesta del local y las caras sin entender bien que pasaba en un San Martín que se vio reflejado en su actuación más anémica.

