Emoción. El cordobés Juan Maggi también participó y al igual que el resto de los participantes, dejaron un enorme ejemplo de superación que emocionó a todo el mundo.

 

La 36ta Vuelta a San Juan este año buscó ser novedosa y entre sus sorpresas su mayor acierto fue incluir al ciclismo adaptado. La primera edición de la “Vuelta a la inclusión” tuvo lugar ayer en los alrededores del Cantoni y la disputaron casi un centenar de ciclistas con capacidades especiales. No hubo un ganador, sino que ganaron todos. Porque por fin un evento de primer nivel logró abrirle las puertas a todos.

El circuito estuvo perfectamente señalizado, con vallados, arcos inflables de largada y llegada, papelitos y toda la ornamentación que tiene la Vuelta que disputan ciclistas de la talla de Gaviria, Richeze y tantos otros que ayer tuvieron jornada de descanso. Por eso fue tan especial el día de ayer. Porque valía la pena ver la cara de felicidad del puntano Sergio Barrera, quien llegó primero en la prueba de handbike. Hace 13 años que sufrió un accidente laboral que lo dejó en silla de ruedas y hace 7 que logró obtener su bici adaptada que, según él, “le cambió la vida”. En otro sector no paraba de llorar Dayana Campos, una cordobesa de 16 años que nació con mielomeningocele pero que no resulta un impedimiento para hacer el deporte que ama.