Con nostalgia y ya adelantándose a la emoción que seguramente le provocará esta edición de la Vuelta Internacional a San Juan, Maximiliano Richeze le adelantó a DIARIO DE CUYO que la competencia sanjuanina será su última función. "Acá empecé y acá me retiro", comentó el experimentado ciclista que a sus 39 años, le bajará el telón a su rica trayectoria que lo llevó a competir en los equipos más importantes del ciclismo elite de Europa.
"El Atómico" llegó el miércoles a San Juan, provincia que siente como suya. Es que fue en las rutas sanjuaninas donde inició su carrera deportiva siendo juvenil. "Esta provincia me dio mucho, entonces qué mejor que el retiro se de acá", expresa Maxi desde la concentración. Oriundo de Bella Vista, en la provincia de Buenos Aires, Richeze cuenta entre sus tantos logros, ser el primer argentino en consagrarse en unos Juegos Panamericanos de Ruta en 60 años. Lo logró en Lima, Perú. Ese logro cuenta entre tantos que consiguió a lo largo de su carrera ciclística.
En esta Vuelta a San Juan representará a la Selección argentina, su último equipo fue el UAE Team Emirates con quien había terminado su contrato después del Giro de Italia 2022. "Ya venía analizando el momento de decir adiós y finalmente ese día llegó. Siento que por mi edad ya era un ciclo que había que cerrarlo", expresa. Después de terminar su contrato con el equipo de los Emiratos, estuvo cerca de integrar el B&B Hotels para ser lanzador de Mark Cavendish y cuando tenía todo casi cerrado la operación se truncó y después cuando negociaba con el Astana tampoco se dio. Esas deserciones llevaron a Maxi a replantearse su futuro. "Después de eso no seguí buscando, creo mucho en el destino y si no se dio seguro que fue por algo. Lógico que cuesta digerirlo pero esto en algún momento tenía que pasar y qué mejor que sea en la Vuelta. Acá inicié mi carrera como ciclista rutero y en esta provincia siempre me trataron como si fuese un sanjuanino más", expresó el Atómico que el 7 de marzo estará cumpliendo las cuatro décadas. Dice que recuerda cuando llegaba a correr las Vueltas juveniles a San Juan y recuerda las pruebas contrarreloj que disputaba siendo un adolescente en Zonda, cerca de la casa de Oscar Villalobo.
La decisión la charló bastante con su familia. "Fue difícil, mucho pero ya está tomada", dice. Nació y creció arriba de una bicicleta por eso no se imagina de otra forma. Expresa que le gustaría seguir como entrenador, tener su equipo de ciclistas juveniles y poder formarlos con los conocimientos que obtuvo a lo largo de su larga carrera. "Me encantaría formar ciclistas, somos pocos los argentinos que hemos llegado al ciclismo europeo pero creo que con una buena formación pueden llegar muchos más porque hay potencial de sobra. La Vuelta a San Juan es una enorme vidriera y ni qué hablar del velódromo que tendrá esta provincia. Pienso que los ciclistas para progresar es necesario que tengan roce internacional", comentó consultado por este medio sobre si le gustaría en un futuro establecerse en San Juan para llevar a cabo su proyecto formativo.
Comenzó de chico y sus buenas actuaciones en su caballito de batallas lo llevó a brillar en el Viejo Continente. En el 2004 desembarcó en el Bassano italiano después pasó por el Parolin-Ramonda-Seca. Dos años ya avanzó al ciclismo profesional en los equipos del Cerámica Panaria Navigare para luego pasar al CSF Group Navigare, al D’Angelo & Antenucci-Nippo, luego al Lampre-Merida y sus últimos años lucirse en el Quick Step y en el UAE Team Emirates.
"No me quedó nada por dar, siento que di todo. Yo soñé desde chico ser ciclista profesional y si me hubiese imaginado toda esta carrera que hice, no me la hubiese creído. Estoy muy feliz de haber llegado a esta edad corriendo".
Ser lanzador de figuras mundiales no lo puso en el ocaso nunca. Él mismo así lo manifiesta: "Yo lanzaba quizás y hacía ganar pero ellos me hacían parte de esos logros, así me daban a conocer. No me puedo quejar, disfruté muchísimo en cada uno de los equipos por los que pasé", expresa Richeze.
Este jueves incluso estuvo entrenando con sus amigos, figuras de talla mundial con quien los unes una gran amistad como el colombiano Fernando Gaviria que llegó a San Juan para debutar con el Movistar y el italiano Filippo Ganna, del Ineos. Esas amistades y muchas más, Maxi cuenta que son el premio mayor en su carrera. "Sin dudas las amistades que hice fueron lo más lindo que me dejó el ciclismo", comenta.
¿Qué le faltó en su carrera deportiva? Los resultados están a la vista y prácticamente no hace falta una respuesta. Corrió las competencias más importantes del ciclismo como el Tour de Francia y el Giro de Italia, por mencionar las más importantes: "La verdad que me siento realizado, no me quedo nada por pedir y tampoco nada por dar, siento que di todo. Siempre toda persona tuvo sueños. Yo soñé desde chico ser ciclista profesional y si me hubiese imaginado toda esta carrera que hice, no me la hubiese creído. Estoy muy feliz de haber llegado a esta edad corriendo", manifiesta Maxi.
Maxi dice que se mentalizó en disfrutar de esta Vuelta sabiendo que correrá junto a un pelotón internacional y sobre todo sabiendo que será la competencia que le pondrá punto final a su gran pasión. El oriundo de Bella Vista, ganó tres etapas desde que la Vuelta es internacional: lo hizo en la etapa de la Difunta que terminó en Pocito en la edición 2017, la etapa del cierre en la Avenida de Circunvalación también en el 2017 y la etapa de Valle Fértil en el 2018.
Por eso en la entrevista a corazón abierto, Maxi se ilusionó con que su última función sea a lo grande. Ya sabe que la emoción le puede jugar un papel aparte. "Siempre he sido muy duro pero este último tiempo me emociono con facilidad. Voy a disfrutar de esta Vuelta y seguramente se me escapará un lagrimón por todo lo que significa esto para mí", comenta.
"Si me preguntas si me gustaría ganar una etapa ya te firmo, sería el mejor broche de oro terminar mi carrera así", expresó el Atómico ese sanjuanino por adopción, que tendrá su última función el domingo 29 en una Circunvalación que, seguramente, estará atestada de fanáticos que le darán el mejor marco a su despedida.