Desde el 2005 que se reinauguró el estadio de Colón, arriba de las cabinas de transmisión se ubicó una imagen de la Virgen de Guadalupe de dos metros de altura y hecha de hormigón. Pero luego del clásico que perdió el Sabalero como local ante Unión por este Apertura, al otro día la imagen desapareció del lugar que ocupaba. Según algunas versiones fue por pedido de ciertos futbolistas como Ariel Garcé o Diego Pozo, quienes la consideraban mala suerte; la versión oficial es que la están reparando y que luego la volverán a colocar en el club, aunque no arriba de la platea. La polémica que se generó por la desaparición de la Virgen tuvo tales dimensiones que párrocos y fieles pidieron una explicación más concreta, algo que no llegó hasta la actualidad. “Yo no tuve nada que ver. Soy futbolista y nada más. Jamás haría una cosa así”, debió salir a aclarar el propio Chino Garcé, después de ser sindicado como uno de los ideólogos de la movida para sacar a la Virgen. El central se encuentra actualmente lesionado e incluso no son pocos los que señalan en Santa Fe a Garcé como el impulsor de la medida debido a su apego actualmente a otra religión con orígenes hindúes. También se habla que debido al repudio popular para con Garcé tras este acontecimiento, el ex River tendría decidido dejar Colón, pese a tener contrato hasta mediados del 2013.
La Virgen, un misterio

