Buenos Aires, 31 de marzo.- La llegada del seleccionado argentino al hotel en Santa Cruz de la Sierra fue un verdadero caos, porque unas 300 personas saltaron las vallas, a un policía se le escapó una bomba de gas lacrimógeno y en el lobby se vivieron escenas de pánico.

Cuando parecía que estaba controlado, explotó todo. Primero hubo 100 personas en el aeropuerto esperando a los jugadores, que pudieron salir en un micro sin ningún tipo de problemas.

El tránsito provocó que llegaran una hora más tarde de lo previsto y todo lo que se había programado en la previa, los camiones de la policía, los bomberos, las motos, fueron totalmente desbordados, en una imagen nunca vista antes por ningún integrante del seleccionado argentino.

En la calle lindera al hotel se vieron imágenes insólitas, con gente corriendo el micro que trasladaba a los jugadores y hasta poniéndose delante del mismo.

Pero cuando el micro entro por el garage del hotel ahí llegó lo peor, porque a un policía se le escapó una bomba de gas lacrimógeno y llegó el desbande, las corridas, el caos y la confusión.

La gente se agolpó contra las puertas de vidrio del hotel y se amontonó pero los nos dejaban entrar.

Cuando llegó algo de calma la gente empezó a pedir la presencia de los jugadores, pero en especial Lionel Messi.
"Que venga Messi, que venga Messi", gritaron, pero Messi ni los jugadores argentinos los escuchaban, porque ya estaban en sus habitaciones, preparándose para cenar.