Antes del partido que terminó con el empate de San Martín ante Defensa, hubo un factor determinante que influyó en el rendimiento del equipo y que se reflejó en el mal primer tiempo que jugó. El plantel verdinegro debía llegar anoche sobre las 22 a Buenos Aires, pero un problema climático le impidió volar a tiempo y recién aterrizó en Capital Federal a las 4 de la mañana, que tuvo como consecuencia una notable falta de descanso que los jugadores le expresaron al entrenador Pablo Lavallén en el entretiempo, que fue donde la estrategia de juego se modificó.

“Llegamos a las 4.20 al hotel, los jugadores descansaron mal y me dijeron que no se sentían bien y por ello en el segundo tiempo decidimos atrincherarnos y no dejar espacios. Por ahí estuvimos desordenados, pero en el primero llegábamos tarde y nos robaban la pelota. Por ello para el segundo hicimos otro planteo y sacamos un punto ante un rival que sabe a qué juega, pero que no la embocó. Lo mejor lo hicimos en el complemento, fuimos ordenados, presionamos y así tuvimos opciones claras para poder anotar”, analizó Lavallén.