No hubo caso. Parecía que estaba arreglado el empate entre Alianza y Huracán. Fundamentalmente por lo que ocurrió después de la primera media hora de partido donde ningún equipo tuvo la suficiente capacidad para generar jugadas de peligro en el arco rival. Terminó con un aburrido 0 a 0 que no benefició a nadie. Sólo a los que están arriba.
Eran vitales las tres unidades para prenderse en la pelea. Y Alianza, conciente de esto, salió decidido desde el inicio. Iban 5’ cuando Fernández desbordó por derecha y lanzó un buscapié que no pudo conectar Alaníz ni Del Castillo. Era el primero, pero lo dejaron pasar. Más tarde, a los 17, el local lo tuvo nuevamente. Esta vez en los pies de Ahumada que hizo una tijera en el área bien atajada por De la Riba. El lechuzo era superior y los cinco hombres que puso Pepe Bravo en el medio le daba resultados porque los delanteros eran abastecidos a gusto y paladar. Recién a los 19’ se despertó el Globo con un tiro de Aspitia que salvó Córdoba antes de que la pelota entrara al arco de Ronco. Tres minutos más tarde, Guerra desperdició la segunda chance clara de Huracán. Recibió un pase desde el lateral izquierdo, encaro al arquero rival y definió por arriba ahogando el grito a la hinchada lasherina. Iba bien el partido hasta ese momento ya que ambos mostraban argumentos futbolísticos interesantes. A partir de los 30 minutos hasta el final el partido decayó abruptamente. No hubo desequilibro de los jugadores, primaron las imprecisiones y el partido se hizo desprolijo además de aburrido.
En el complemento todo siguió en Stand By. Amén de un tiro de Aspitia que forzó a Ronco a rebolcarse por su palo derecho. De esa jugada se produjo un córner y otra buena tapada del arquero Ronco que evitó lo que hubieran sido los 3 puntos de la visita. Con dicho empate Alianza cortó una racha de dos derrotas consecutivas de local.

