El fallo del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) le costó carísimo a Chile, pese a haberlo favorecido en algún momento de las Eliminatorias Sudamericanas. Como también ayudó a Perú, en la cerrada definición del lugar en el repechaje contra Nueva Zelanda terminó siendo crucial para que los dirigidos por Juan Antonio Pizzi se queden con las manos vacías.
La resolución, por la mala inclusión de Nelson Cabrera (paraguayo nacionalizado boliviano, sin el tiempo mínimo de residencia) le dio al conjunto de Ricardo Gareca 3 puntos, 3 goles a favor y borró los dos en contra que había sufrido en la altura de La Paz. Por su parte, la Roja sólo recibió 2 unidades (había igualado 0-0) y le sumó tres tantos a favor.
Entonces, como la plaza del repechaje se definió por diferencia de gol (uno a favor de los incaicos), este fallo fue crucial. De no haber existido, Chile hubiese sido quinto con 24 y una mejor diferencia de gol que Paraguay (0 contra -6), mientras que Perú estaría eliminado con 23. Al campeón de América le salió el tiro por la culata.