Andrés D’Alessandro lloraba de la emoción. Pablo Guiñazú adjudicó el triunfo a que el equipo "tiene huevos y corazón". Roberto Abbondanzieri, en la frontera del final de su carrera como futbolista profesional, decía que "todo era increíble". El grupo de los 3 argentinos que componen el plantel del Inter no terminaban de creer que se habían consagrado campeones de la Copa Libertadores.
Fue triunfo por 3 a 2 ante Chivas de Guadalajara, que sumado a la victoria por 2 a 1 de vistante en el partido de ida, sobraba para ser los nuevos reyes del continente, como en 2006.
Internacional fue el equipo que manejó el trámite del partido durante el primer tiempo. Jugó mejor y por momentos borró a Chivas de Guadalajara. Pero el fútbol se gana con goles y eso le faltó al equipo brasileño, que generó muchas situaciones pero no estuvo fino a la hora de la puntada final. Como el tiro libre de Andrés D’ Alessandro que se fue apenas desviado o un remate de Taison que pasó rozando el palo del uno mexicano.
La principal virtud de los jugadores mexicanos fue que no se desesperaron cuando eran ampliamente superados y su paciencia fue recompensada sobre el final del primer capítulo. Centro al área en el minuto 41, la pelota que le cayó a Marco Fabián de la Mora quien de media vuelta ensayó una tijera sobre el defensor Indio, que significó la apertura del marcador y un "silencio atroz" en el estadio del Inter.
Es que para colmo en las tres ediciones anteriores de la Copa Libertadores, el partido definitorio también se jugó en la cancha de un equipo brasileño, pero ninguno terminó festejando. Boca derrotó en 2007 a Gremio, Liga de Quito venció por penales a Fluminense un año más tarde y en la edición del año pasado Estudiantes derrotó 2 a 1 a Cruzeiro.
Más allá de las estadísticas anteriores, la principal preocupación era que Chivas de Guadalajara demostró siempre un gran desempeño en condición de visitante en esta Copa. Como el triunfo en suel chileno en semifinales. Pero el Inter borró todo eso. Luego de 15 minutos del segundo tiempo en el que sólo tuvo una oportunidad, el dueño de casa demolió al equipo mexicano. Sobis punteó un centro de Kléber a los 16. El empate ya era vuelta olímpica para el Inter, pero se sintió campeón a los 30, con una contra de Leandro. Si bien hubo dos goles más al final del partido, los últimos 15 minutos fueron para que celebrara la torcida del Inter. Los jugadores de Chivas no manejaron la impotencia de la derrota y hubo una gresca generalizada al final del partido, que duró un minuto. Después, un festejo interminable del Inter, con los 3 argentinos.
