Independiente empató esta noche 1-1 con Gremio en la primera final de la Recopa Sudamericana disputada en el Libertadores de América, en lo que terminó siendo un resultado justo para el encuentro. Luan (PT 21m) abrió el marcador en Avellaneda, Emanuel Gigliotti vio la roja (PT 27m) y finalmente lo igualó Bruno Cortez, en contra, tras un tiro libre de Fernando Gaibor (PT 33m).
El primer tiempo tuvo de todo. El conjunto local arrancó mucho mejor y a partir del dominio de pelota y territorio coqueteó varias veces con el gol en los primeros 20 minutos. Primero fue Nicolás Domingo, con un remate bárbaro de afuera del área que se fue apenas desviado, después Maximiliano Meza ganó de arriba en un córner y estrelló el cabezazo en el travesaño y pocos minutos más tarde, Gigliotti no pudo definir bien un centro atrás practicamente adentro del área chica, y la pelota se fue afuera.
Era todo del Rojo, pero una jugada inesperada cambió el rumbo del partido. Fernando Amorebieta dejó corto un pase con la defensa abierta, Luan interceptó, Alan Franco no llegó a cerrar y el 7 de Gremio se fue derecho al gol para establecer el 1-0 a los 21 minutos. Como si fuera poco, cinco minutos después Gigliotti le pegó un codazo a Walter Kannemann que en un principio fue castigado con amarilla por el ecuatoriano Zambrano. Pero el árbitro repasó la jugada en el VAR y decidió -correctamente- expulsar al delantero.
El panorama era desalentador para el equipo de Avellaneda, pero tuvo el gol necesario para volver a meterse en partido y no dejar crecer a los de Porto Alegre. Fue a los 33, cuando Gaibor envió un centro con destino de red desde el sector izquierdo, la pelota se desvió levemente en Bruno Cortez y la floja reacción de Marcelo Grohe no alcanzó para evitar el empate. En la parte final del primer tiempo, Independiente le jugó de igual a igual a Gremio y en ningún momento se notó la inferioridad numérica.
El complemento mostró otra cara. Independiente jamás negoció la idea de pensar en el arco de enfrente pero con uno menos no supo como generarle peligro a Marcelo Grohe. De todas maneras y a pesar de intentar atacar en cada momento del complemento, tampoco Martín Campaña fue muy requerido en los segundos 45 minutos, donde terminó imponiéndose el temperamento de los jugadores de ambos conjuntos, que se sacaron chispas en más de una oportunidad.
La final quedó abierta de cara a la revancha, que será el próximo miércoles en el Arena do Gremio, en Porto Alegre. Sin el plus por el gol de visitante, por tratarse de una final, el Rojo buscará volver a sacar un resultado favorable para consagrarse nuevamente en Brasil, como hace dos meses festejó en Río de Janeiro.