Revivió en la última pelota. Quedaba afuera jugando mal y sigue por esas cosas del fútbol. Independiente perdió 2-1 con Fortaleza en Brasil y ese gol logrado por Bustos en el tercer minuto del alargue dejó 2-2 el global (había ganado 1-0 en Buenos Aires) valió doble y desató la algarabía, porque le permitió al equipo superar la serie y le dio otra vida al técnico Pusineri, cuya gestión es muy cuestionada.
El encuentro empezó con una gran determinación de los dos equipos por predominar en la mitad de la cancha. Independiente se paró en el campo rival, pero no hirió y cuando Fortaleza hizo pie comenzó a acechar el área del rojo. Los locales encontraron un penal a los 26 minutos, cuando Osvaldo "fabricó" una falta frente a Bustos. Juninho, cruzado abajo ponía el 1-0 para Fortaleza. En esa primera mitad, los "Rojos", poco y nada.
En el segundo tiempo los locales salieron a definir de entrada y Barbosa sacó sobre la línea un ataque encabezado por Osvaldo. No se había cumplido un minuto y esa acción marcaba el destino del partido. Los brasileños insistiendo, aún equivocados, e Independiente sin encontrar respuestas futbolísticas.
Campagna y los centrales Franco y Barbosa pusieron el pecho a las balas, pero de tanto ir, Fortaleza tuvo su premio. A los 32m. ingresó Marlon, que en la primera pelota que tocó convirtió. Se venía la noche para los argentinos, que se repetían en imprecisiones hasta que, cuando el partido moría, Bustos logró el milagro y la clasificación para la siguiente ronda del torneo.