Marca diferencias. Adentro y afuera de la cancha, el cordobés Leandro Becerra es clave para el presente de un San Martín que por fin cantó victoria en este 2010. Y claro, después de haber abierto el camino para la ansiada victoria ante Merlo, el Chucho marca terreno y aclara los tantos. "Nunca cambiamos. Siempre fuimos los mismos. Antes y ahora, San Martín jugó de una forma. Pasa que por ahí te salen las cosas y en otras no, pero está todo igual que siempre". Esa fue la frase inicial de Becerra para analizar el triunfo por 3-0 ante Merlo, que sirvió para terminar con la ansiedad y poner las cosas en su lugar.
"Lo importante era ganar y estoy contentísimo con eso. Vale tres puntos la victoria y eso es lo que hay que entender. Después, en el análisis fino del rendimiento del equipo yo me quedé muy conforme. Manejamos la pelota, la controlamos y generamos situaciones. En el primer tiempo, meter 8 corners, 2 tiros libres y 3 chances netas de gol no es poca cosa. Luego, en el complemento, se resolvió rápido por los dos primeros goles y sus expulsiones. Ahí, empezamos a controlar el ritmo, la pelota. A la gente, puede que le guste más o menos que no busquemos más goles pero, repito, el triunfo vale 3 puntos y cuando ascendamos, seguramente nadie se va a acordar si les gustó como jugamos o no. Esa es mi óptica", aclaró Leandro en la parte más sustancial de su análisis post victoria.
Lo parejo de la divisional obliga al pragmatismo y Becerra lo tiene como bandera: "Hay que sumar siempre. De a tres puntos, mejor. Pero a nadie se le hace fácil en esta categoría. Ganamos 3-0 y eso no es poca cosa".
Su rendimiento personal es clave para marcar diferencias en los últimos metros de la cancha y el Chucho no ve diferencias entre lo que jugó en el semestre pasado y lo que está haciendo en este arranque del 2010: "Yo sigo igual. No creo que haya variado mi rendimiento. Entrego lo mismo que antes y sé que siempre se le puede dar más al equipo. Hay altos y bajos y cuando nos cuestan las cosas, nos cuestan a todos. Pero no hay nada raro. Sigo siendo el mismo, al igual que San Martín".

