Huracán perdió 2-1 como visitante de Deportivo Lara y quedó complicado en la Copa Libertadores: al cabo de tres fechas todavía no ganó y ocupa el último lugar del Grupo B.
El equipo argentino tuvo un primer tiempo terrorífico, todavía peor que lo que venía mostrando en los últimos partidos por Superliga, donde tampoco da pie con bola. Fue un equipo desarticulado, sin alma y que lo empezó a perder desde el arranque gracias a un gol de penal de Bernaldo Manzano, por una infracción del paraguayo Saúl Salcedo.
Un corte de luz, flagelo usual de esta Venezuela, no fue suficiente para acomodar piezas y al rato llegó el segundo tras otra falla de los centrales. Esta vez obra de David Centeno. Y antes del descanso pudo ser goleada, pero Antony Silva salvó ante Gonzalo Di Renzo.
El Globo en ataque fue un cúmulo de arrestos individuales, generalmente con poca generación de peligro. En las dos más claras Briasco perdió ante Salazar.
En el complemento el equipo de Antonio Mohamed salió unos metros más adelante y rápidamente estuvo cerca del empate, pero Salazar volvió a vestirse de héroe, ahora ante Lucas Gamba.
Sin embargo, el propio Gamba tendría revancha unos minutos después: de un centro suyo desde la izquierda llegó el descuento porque Manzano se la llevó puesta contra su propio arco. Manzano, gran protagonista de la noche con un gol a favor y otro en contra, también dio la nota al irse expulsado por doble amarilla.
Huracán, sin embargo, lejos estuvo de poder aprovechar más de 20 minutos en superioridad numérica, casi no generó situaciones y terminó cayendo sin atenuantes.