San Lorenzo se encuentra de vacaciones -el plantel está licenciado hasta el 3 de enero-, pero tanto los dirigentes como Rubén Insúa no descansan pensando en reforzar el equipo y afrontar los compromisos que le depara el 2023 de la mejor manera. En ese sentido es que el Ciclón apuntó a dos futbolistas de Talleres y ya comenzó negociaciones.
La dirigencia del elenco azulgrana se puso en contacto con sus pares del conjunto cordobés para saber las situaciones del arquero Guido Herrera y del defensor Rafael Pérez.
Comenzando por la situación del arquero de 30 años, vale mencionar que tiene contrato hasta fines de 2025 y el conjunto cordobés no lo va a dejar salir tan fácil, más allá de que afrontará un 2023 sin competencia internacional. Su deseo es emigrar a Boedo, pero no será sencillo; desde San Lorenzo empezaron negociaciones debido a que la continuidad de Augusto Batalla no está confirmada, sumándole a eso el retiro reciente de Sebastián Torrico.
Continuando con la búsqueda de un central es menester aclarar que la salida de Cristian Zapata le complicó el panorama a Insúa, quien ahora tiene la dura tarea llenar el puesto. Ahí aparece el zaguero del equipo cordobés, de 32 años, también colombiano, que tiene un año más de contrato, pero anhela irse cedido para pelear por cosas importantes, como será la Copa Sudamericana,