El británico Lewis Hamilton (McLaren) terminó con la "dictadura" del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) al imponerse ayer en el Gran Premio de China. El mexicano Sergio Pérez (Sauber) y el venezolano Pastor Maldonado (Williams) terminaron una dura carrera en decimoséptima y decimoctava posición, respectivamente.
Esta tercera prueba del mundial de Fórmula Uno ha sido la más disputada de la temporada, con nueve cambios de líder, y en la que el vencedor Hamilton, estuvo a punto de largar desde la calle de boxes, lo que le habría impedido lograr la victoria.
Los mecánicos de McLaren detectaron un problema en el motor del coche de Hamilton antes de acudir a su puesto en la formación de salida y tuvieron que trabajar contra reloj para subsanar la avería.
Vettel, que partía desde el primer puesto, no realizó una gran salida, también parecía que no llevaba KERS y los McLaren del
británico Jenson Button y Hamilton le superaron al llegar a la primera curva.
El ritmo de Vettel decayó de forma dramática en las últimas vueltas y Hamilton, a cuatro del final superaba a Vettel para cruzar la línea de meta con cinco segundos de ventaja sobre el alemán y siete sobre Webber, que a dos del final alcanzaba el podio en detrimento de Button.
De esta manera, además de su satisfacción personal y de celebrar la conquista efusivamente con los integrantes del equipo McLaren, significó también romper la hegemonía que venía teniendo Vettel desde el 2010, cuando logró el título y ganó las dos últimas carreras corridas este año en Australia y Malasia.
De cualquier manera, la gente de Red Bull se fue satisfecha de China ya que la escudería cosechó importantes puntos para el campeonato con el segundo y tercer lugar del podio, con lo que volvió a demostrar su potencial.
La próxima competencia será el Gran Premio de Turquía, a correrse el 8 de mayo.

