Apenas terminó el partido, Guillermo Barros Schelotto dirigió su mirada a los 2.000 hinchas de Boca que fueron hasta el Mineirao a hacerle el aguante a Boca. Y lo explicó: "Vinieron y alentaron todo el partido. El equipo dejó la vida por la camiseta y pasamos justamente".
"Fue un partido parejo, los marcamos bien. No los dejamos entrar nunca, ellos sólo metían pelotazos", sostuvo.
"Esto es una alegría muy grande, nos quedan dos pasos para la final, con un rival durísimo (Palmeiras, en semifinal), que conocemos, pero ahí está Boca", agregó.