Con mucho sufrimiento. Sin lucirse, pero con un enorme corazón, Boca Juniors logró retornar al triunfo en la fría noche de miércoles. Lo hizo tras vencer por 2 a 0 a Huracán Las Heras de Mendoza en un encuentro válido por los 32avos de final de la Copa Argentina que se disputó en un colmado Estadio del Bicentenario.

Boca y sus figuras llegaron a San Juan buscando levantar cabeza después de dos semanas complicadas que terminaron poniendole fin a la bochornosa eliminación por la Copa Libertadores sin contar la dolorosa goleada sufrida el último domingo en la Bombonera ante Aldosivi. El Xeneize vino por el triunfo que le permitiera por lo menos, curar esas heridas y lo logró.

Comenzó mejor Boca. Se hizo dueño de la pelota pero nunca llegó a lastimar. Recién sobre los 15′ tuvo la primera jugada clara y fue la que ideó Andrés Chávez, pero que tuvo como ejecutor a Daniel Osvaldo -tras un pase atrás de Chávez- que el "Loco" remató apenas desviado del palo derecho de Emir Besabe.

El Xeneize siguió siendo más, y tuvo otra chance cuando Nico Colazo de tiro libre, avisó con un remate que se fue apenas por encima del travesaño. Esa falta de precisión padeció Boca todo el encuentro. ¿De Huracán? Poco y nada. El elenco mendocino -que fue alentado por una multitud- vino con un planteo mezquino, metió mucho y apostó más a la garra para hacerle frente a los del Vasco.

En el complemento Boca se jugó todas las cartas. Osvaldo probó primero a Basabe a los 9′, después Chávez le apuntó al ángulo con un remate en diagonal y cuando parecía que se metía, el arquero mendocino voló para sacar al córner. Era el momento de Boca por eso siguió probando.

Primero con un cabezazo de Chávez, después, con un remate de media distancia de Marín, por la misma vía Meli también intentó, pero no había forma. Gastó todos los cartuchos y cuando parecía que en los penales se definía todo, apareció Osvaldo a los 39′, tras una gran corrida y una salida desafortunada de Besabe, Calleri le devolvió el balón a Osvaldo que debajo del arco empujó al gol.

Ese golpe fue demasiado duro para el humilde Globito mendocino. Lo afectó mal y lo pagó peor 4′ después, cuando Chávez remató al palo izquierdo de Besabe y con el 2-0 le bajó el telón a una noche que pintaba para otra cosa. Boca no se brilló. Por momentos sufrió. Pero con eso le alcanzó para sacudirse el traje y avanzar en la Copa.