El partido entre Gimnasia La Plata y Boca Juniors, que cerraba la fecha 23 de la Liga Profesional, se suspendió definitivamente a raíz de los graves incidentes registrados entre hinchas del conjunto platense y la policía fuera del estadio del Bosque, donde reprimió a los aficionados con balas de goma y gases lacrimógenos que invadieron la cancha e hicieron imposible la continuidad del juego a los 9′ PT, lo que obligó al árbitro Hernán Mastrángelo a dar por concluido el juego "por falta de garantías". Lo más grave: falleció una persona de 57 años, identificada como César Regueiro, de paro cardiorrespiratorio. El individuo había perdido la vida camino al hospital, según indicó el diario digital Olé.
Una probable sobreventa de entradas llevó a que muchos hinchas locales pretendieran entrar a un estadio ya colmado. Las autoridades cerraron las puertas de acceso y esto provocó la desesperación de los aficionados reprimidos por la policía con balas de goma y gases lacrimógenos. Esto se prolongó durante más de media hora y una niña atacada por la policía provocó la reacción de los hinchas y socios. A un camarógrafo de TyC Sports le dispararon tres veces, indicaron desde el propio canal. Cuando se produjo la represión policial los gases lacrimógenos ingresaron en forma de nube al campo de juego, atravesando la multitud.
Primero fueron los hinchas y luego los suplentes quienes comenzaron a cubrirse los rostros. El árbitro Mastrángelo determinó que los jugadores y sus cuerpos técnicos se fueran a los vestuarios. Los hinchas, al estar las puertas de salida cerradas, encontraron en el campo de juego la única vía de escape posible y cientos de ellos saltaron al césped.