Nahuel Recabarren, deportista de Alto Rendimiento en la Secretaría de Deportes, se encuentra becado en Estados Unidos y jugando al vóley, luego de su paso por UVT. Hace menos de un mes fue elegido mejor novato de la liga.
En enero pasado emprendió rumbo a Estados Unidos para seguir cumpliendo sueños en el vóley, deporte que le apasiona. Además, la Secretaría de Deportes le brindó la posibilidad de estar becado en la Universidad de Virginia del Sur.
Nahuel Recabarren, joven surgido en la Unión Vecinal de Trinidad (UVT), comenzó a incursionar en esta disciplina a los 12 años, y a los 18 viajó al país americano para mejorar su calidad en los estudios y jugar al vóley en la institución escolar a la cual representa.
A mediados de abril recibió una grata noticia, fue elegido mejor jugador novato de la liga. El joven de 19 años debutó el 19 de enero y jugará 5 años en el equipo que representa a la Universidad.
“Hicieron una selección de jugadores nuevos en el primer semestre y fui elegido como mejor jugador novato de la liga. Es un premio que me enorgullece y demuestra que esto haciendo las cosas bien”, comentó Nahuel.
Con respecto a su vida en Estados Unidos, conto que “es una vida de película, hay situaciones que me hacen acordar a las películas, desde un paisaje hasta la comida. En la mañana curso todos los días y después tengo entrenamiento personal, entre mis compañeros, ya que terminó la liga. Dos días a la semana voy al gimnasio y entrenamos mucho tanto con la pelota como en lo físico".
“Agradezco infinitamente a mi familia, a mis amigos, al gobernador Sergio Uñac, al secretario de Deportes Jorge Chica, a Alberto “Beto” Naveda, al Club UVT, a mis ex compañeros de Buenos Aires y a Fabio Irustia, uno de los profesores que me enseño todo”, cerró diciendo.
CÓDIGO DE HONOR EN LA UNIVERSIDAD
El deportista que representa a la provincia es consciente que para permanecer en el país americano debe cumplir un “código de honor” en la universidad. Dicho código consiste en respetar ciertas normas de convivencia y de educación. Un estudiante se considera honesto, honrado y actúa educadamente bajo ese sistema de honor.