Godoy Cruz de Mendoza superó 2-1 a Atlético de Rafaela en Santa Fe, en partido válido por la tercera fecha del torneo Final y, de esa manera, logró tres triunfos consecutivos entre campeonato local y Copa Argentina. Los goles del encuentro que fue arbitrado por Saúl Laverni fueron anotados por Leandro Grimi (17m PT) y Mauro Obolo, de penal, (20m. PT), para el conjunto mendocino. En tanto, Diego Vera (45m. ST), descontó para los locales. En el primer tiempo, durante los primeros quince minutos, no se registraron situaciones de riesgo en los arcos porque el balón, con recorrido en el mediocampo, no tenía dueño, en un juego de marca y lucha.
De repente, el conjunto dirigido por Martín Palermo se puso en ventaja con el tiro libre que ejecutó Grimi, que tuvo destino de gol en el palo derecho del arquero uruguayo Esteban Conde, quien calculó mal y el pique de la pelota, cercano a su cuerpo, le jugó una mala pasada.
Poco después, Atlético pagó caro otro error con la acción que determinó penal a favor de Godoy Cruz, cuando el defensor Oscar Carniello tocó el balón en el área con la mano izquierda, tras un córner ejecutado desde el sector derecho. Obolo lo tradujo en gol.
De ahí en más, a partir de los 25m., Godoy Cruz se refugió en su campo y Rafaela intentó recuperarse con Sebastián Grazzini, quien tuvo más participación, pero no estableció contacto con los atacantes.
En el segundo tiempo, a los 13 minutos, el ingreso del volante Sebastián Carrera le dio más agresividad al ataque de Atlético, que manejó la pelota. Los remates de media distancia y desbordes por el sector derecho de la cancha, sin precisión en la definición, fueron sus armas.
A su vez, se encontró con una férrea resistencia de Godoy Cruz que jugó al contragolpe con la velocidad del panameño Armando Cooper y Rodrigo Salinas, quienes ingresaron a 15 minutos del final. Recién en el minuto 45, la ‘Crema‘ tuvo su premio por la insistencia y logró el descuento que sólo sirvió para la estadística: el arquero Ibáñez perdió el control de la pelota cuando chocó con Nicolás Sánchez y se la sirvió al uruguayo Vera, que apenas tuvo que empujarla.